La Unión Europa tiene la intención de denegar a cinco países extracomunitarios el acceso a su mercado financiero debido a que sus reglas regulatorias no van en línea con las marcadas por la Unión. La medida, que afectará a Argentina, Brasil, Australia, Canadá y Singapur, es consecuencia del reglamento con el que se pretende asentar las bases en materia financiera y crediticia con los mercados internacionales, así como adelantarse al entorno de trabajo que podría surgir con la salida del Reino Unido tras el Brexit.