«Como él dijo de sí mismo en el año 2005, su trayectoria vital e intelectual se apoyaba en tres pilares decisivos: Platón, es decir, la filosofía en busca del bien y de la idea suprema, la inmortalidad del alma; la técnica, al dirigir sus estudios y actividad profesional por el camino de la ingeniería, como forma de transformación del mundo; y la política, como servicio público a la sociedad»
a inauguración de un busto y una sala dedicada a Leopoldo Calvo-Sotelo en la sede de la OTAN, en Bruselas, así como la reciente publicación de sus «Discursos europeístas» por el Instituto de Estudios Europeos en colaboración con la Editorial Encuentro, llevan a traer a la memoria pública la figura del expresidente del Gobierno español (1981-82) y a reflexionar sobre la relevancia de sus ideas en torno a Europa y sobre la relación entre el proyecto de integración europea y la Alianza Transatlántica.
(Artículo original publicado en el Periódico ABC, el día 26 de Junio de 2019)
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«La creciente fragmentación y polarización de las posiciones sociales y políticas producen también hoy la sensación de una incapacidad de las democracias pluralistas para integrar las diferencias y así generar el necesario consenso mayoritario»
Se cumplen ahora cien años de la Constitución de Weimar, que fue aprobada en dicha ciudad alemana el 31 de julio de 1919 y entró en vigor el 11 de agosto del mismo año. «Weimar» ha quedado para la historia como el símbolo de una coyuntura política y social particularmente complicada. Las dificultades por las que atravesaron la Constitución y la República que ésta alumbró fueron un laboratorio del proceso de deterioro de la democracia parlamentaria hasta llegar a su suicidio, al abrirle a Hitler el acceso a la Cancillería en 1933.
(Artículo original publicado en el Periódico ABC, el día 11 de Junio de 2019)
«En realidad, es el respeto al sentido de la ley (natural y humana) lo que hizo posible que individuos como Vitoria se enfrentaran directamente al poder del emperador, y el sentido moral y humano de una sociedad profundamente imbuida en la religión lo que impidió que la evangelización se utilizara con el fin de justificar el Imperio»
Si se estudia con detenimiento la actitud de no pocos teólogos y humanistas del siglo XVI, y sobre todo la del propio Carlos V, ante la conquista de América y el trato a los indios, lo que llama más la atención es la preocupación moral, una sensibilidad que hoy nos resulta casi extraña por su hondura.
(Artículo original publicado en el Periódico ABC, el día 17 de Mayo de 2019)