Entrevista realizada para Swissinfo – 11 junio 2022
https://www.swissinfo.ch/spa/ucrania-guerra_la-guerra-de-ucrania–un-trampantojo-que-oculta-un-cambio-de-paradigma/47665928
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Transcripción:
Redacción Internacional, 11 jun (EFE).- La guerra de Ucrania aparece como una guerra típica, convencional, pero en realidad deberíamos observarla más bien como un trampantojo que oculta un presumible cambio de paradigma en el sistema de relaciones internacionales, según indica el politólogo español José María Beneyto.
Beneyto es el director de “¿Hacia un nuevo orden mundial? La guerra de Ucrania y sus consecuencias” (Deusto), una obra colectiva en la que 16 expertos analizan desde diversos ángulos hacia dónde se dirige la sociedad internacional tras la invasión del territorio ucraniano, ordenada el pasado 24 de febrero por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
En entrevista con Efe, Beneyto sostiene que “la guerra de Ucrania aparece como una guerra típica, convencional, pero realmente se está utilizando para un realineamiento de alianzas, de guerra híbrida, sobre todo en el ámbito de la ciberseguridad, y también para propiciar enfrentamientos económicos” de gran magnitud.
A juicio de Beneyto, catedrático de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales y director del Real Instituto de Estudios Europeos, la pregunta que deberíamos hacernos es “¿Por qué se produce esta guerra?”
“Se produce -sostiene- porque Rusia y China piensan que EEUU está de retirada, es una potencia debilitada”. El presidente chino, Xi Jingping, considera que “la gran confrontación del siglo XXI será entre China y Estados Unidos y en ella su país va a prevalecer”, opina.
A juicio de Beneyto, “no se explica la invasión de Ucrania sin la alianza y el apoyo que China le presta a Rusia” y que se materializa en la declaración que Xi y Putin hacen el pasado 4 de febrero en Pekín y que tiene, entre otros, “un objetivo común: sacar a Estados Unidos del Indopacífico” (donde China tiene sus particulares y muy claros intereses) “y darle a Rusia una esfera de influencia en Europa”.
Este plan “es parte del nuevo orden que las dos potencias quieren construir frente a Estados Unidos”, señala.
Este conflicto, recalca Beneyto, “se plantea como un desafío fundamental al orden existente hasta ahora. Dos polos: Occidente más Japón, por un lado, y, por otro, China y Rusia más lo países que sienten cercana la denominada ‘ideología antiimperialista’, a los que se suman otros como Brasil, México, los africanos, etc.”
Transcurridos más de cien días desde que comenzó la guerra,
“ahora estamos en una situación de bloqueo”, afirma Beneyto, quien,
sin embargo, considera que “los rusos están alcanzando gran parte de sus objetivos: se han hecho con Mariupol; están a las puertas de Odesa y han jugado al juego de hacer como que negocian mientras siguen avanzando”.
No obstante, el experto recalca que el presidente ucraniano,
Volodimir Zelenski, no va a aceptar -ni Occidente debería permitir- que Rusia consiga afianzar su dominio en la zona del Donbás ni consolide su presencia en el corredor costero del mar Negro, cosa que si finalmente sucede, dejaría a Ucrania prácticamente sin salida al mar.
“Si ahora le diéramos a Putin todo el Donbás y el corredor” costero, “estaríamos reconociendo lo mismo que en Crimea”, que Rusia se anexionó en 2014. “Y en ese punto no se puede ceder”, recalca.
Beneyto incide en el hecho de que “Rusia y China esperan que la unidad de Occidente se resquebraje” y en este sentido es categórico cuando manifiesta que, aunque muy duras, las sanciones que se le han impuesto a Rusia “no están siendo todo lo eficaces que podrían ser, porque Rusia vende su petróleo a China y La India”.
Pese a todo, afirma, “hay que mantener las sanciones y, si se puede, endurecerlas”.
En opinión de Beneyto, una de las consecuencias de este conflicto es que “hay una serie de potencias medias que aspiran a ser potencias regionales: Por ejemplo, India frente a Pakistán y en cierto modo también frente a China. Ahora La India ve que puede conseguir energía barata” y por otro lado jugar un papel ambivalente, “haciéndose querer” un poco por todos los demás implicados.
“Lo mismo hace dentro de la OTAN Turquía, que le ha comprado armamento a Rusia y que quiere jugar de intermediaria y va a intentar sacar el máximo beneficio de su situación”, afirma.
Con respecto a la amenaza turca de vetar el ingreso en la OTAN de Finlandia y Suecia (a los que acusa de dar cobijo a elementos kurdos considerados terroristas por Ankara), lo que será probablemente uno de los temas fundamentales de la cumbre de la Alianza que se celebrará en Madrid los próximos días 29 y 30,
Beneyto sostiene que Turquía no va a poder conseguirlo, “porque no le beneficia”.
Turquía “necesita a la OTAN para sus propios intereses en el norte de Siria y en la cuestión kurda. Es cierto que van a intentar presionar todo lo que puedan”, pero no van a ir más allá, subraya.
Beneyto tampoco se muestra muy optimista sobre cuál puede ser el final de la guerra, que ”no tiene una solución fácil ni una salida sencilla”.
“Quizá se llegue a una formula parecida a la de Transnistria” una estrecha franja en territorio de Moldavia, fronteriza con Ucrania y literalmente fagocitada por Rusia), “lo que a mi modo de ver es una mala solución”,
“Las capacidades de Rusia de mantener el esfuerzo bélico son limitadas. Cada día que se avanza o se retrocede es importante. Y Occidente tampoco puede aguantar mucho, porque Rusia y China saben que su capacidad de resistencia no es ilimitada”, señala.
“Cabe esperar que los chinos, que son muy pragmáticos, vean que una guerra muy prolongada no les conviene demasiado para sus intereses”, afirma. EFE